Pedro Tauzy
Ser—sin atender al modo en que se manifieste su correlativo parecer—en lo inhóspito de la angustia nos muestra, y ya no tácitamente, lo lejos que nos hemos ido de casa.
Tan lejos nos hemos ido de casa que aquello con lo que estamos familiarizados (aquello que intuimos como “casa”) es un constante País de Jauja.
En los escombros del tiempo veo el “ahí” de mi ser y, sin embargo, no tengo la certeza de saber si es menos difícil de atrapar ontológicamente que el “ahí” de mi parecer.
Si el ser es siempre ser-ahí y es siempre un ser-ahí-con, el parecer es siempre un parecer-ahí; pero en la multiplicidad del múltiple “parecer-ahí-con”, el parecer es tanto nuestro zaguán como que es nuestro especular fantasma:
a veces parecido, a veces deformado.