Verse

Victoria Varela

 

Si miráramos a la gente a los ojos, pero de verdad nos detuviéramos a reflejarnos en sus pupilas, podríamos encontrar las palabras o, mejor, los silencios para compartir en paz.
Paciencia.
Comprendo en ese acto lo real de espejarse: descubrir en el otro nuestras verdades.
Hay quienes se construyen solos, hay quienes aprenden mucho de sí mismos con otros, pero hay un único camino que nos convoca: Este, ahora ¡Ya!
Se regocija el alma cuando despierta el ser adormecido en los placeres y sufrimientos. Despierta de una ilusión de realidad.
Existe el mundo debajo de este al que llamamos “vida”, si no pregúntenle a Adrián. Me contaron sobre él, lo escucho, lo huelo, puedo sentirlo adentro. Pero cuando lo pronuncio, los corceles se parecen más a las ratas.
Desafío personal: no enloquecer en el subte.
O sí.

 

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