Pedro Tauzy
Cada una es María,
y cada María es una y es tres.
Lo uni-trínico del ser se repite en tu piel
para que el espejo te recuerde, cada vez,
que sos una y sos tres.
En el dorso, la Luna.
Esa luz desocultada en la sombra.
¿Cómo es que el desocultado Sol se oculta a sí mismo
a través del resplandor desocultante de su propia luz?
¿Y dónde está ese Sol declinado y oculto
que desde la ocultación le dona su luz a la Luna?
El Sol, la Luna y la ocultación son uno
y ya no son tres.