Carta al amor maternal

Pedro Tauzy
10/03/2021

 

¿Qué pensaste? ¿Que por sólo poder hacer risas tus miedos no puedo ver todo tu coraje? ¿Que no veo el Símbolo en vos? ¿Que no veo tus luces? Es lo primero y es infinito.

A los que vemos dioses nos sucede que no podemos nombrarlos ni señalarlos directamente. De ellos sólo podemos escribir en soledad. Sólo se dejan ver y tocar en la poesía.

No creas que en tu esencia no se ven todas tus luces. Luces que alimentan. Que llenan bocas. Luz de madre. Luz de fundamento esencial del ser. Para la existencia.

Eso sos. Aunque necesite recurrir al aparente enojo o al comediante. “Mujer de evidentes caprichos” suelo decir, pero callo tus batallas silenciosas.

Puedo burlarme de tus miedos, pero nada digo de la fuerza de todo tu coraje para afrontarlos.

Guerrera absoluta. Artesana del amor sin tregua. ¿No hay descanso? Quien de verdad ama, sólo puede hacerlo eternamente. Sos mi prueba irrefutable de esto que digo.

En tus cervicales el peso de toda tu bondad y de todos tus silencios.

En tus manos con sus mapas sanguíneo-fluviales, toda la fuerza del eterno devenir.

En tu corazón, tus dioses, que son los míos. En el corazón de Dios, todo lo que yo te amo.

Aunque parezca lo contrario, mi idioma no es el olvido.

Gracias.

 

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