Pedro Tauzy
Más allá de la bóveda celeste,
el Grandioso Estado Inefable.
Se pierde, en el túnel, una lágrima
del Alma Universal.
En la casa oceánica otra vez.
Otra vez, la experiencia del Símbolo.
Otra vez, el túnel.
Otra vez, la experiencia perinatal.
El sentimiento de ser devorado.
El libre terror de lo inexorable.
Otra vez, la muerte.
Otra vez, el nacimiento.
Otra vez, la secreta díada:
adentro-afuera.
¿Habrá una frontera?